Los legados que resisten al tiempo son
inmateriales. Mis hermanos y yo
tuvimos la suerte de tener una mamá que nos regaló el amor por la
lectura y la radio. Pero más que el amor a una emisora, lo que nos
brindó fue el amor hacia una manera de hacer la radio, con programas
que cuestionaban la realidad, para mejorarla, para no quedarse
contentos con lo que existe e imaginar alternativas.
Esto no significa que oyéramos sólo
transmisiones así, escuchábamos también mucha música y
radionovelas maravillosas. Era sólo que de vez en cuando nuestra
mamá compartía con nosotros lo que descubría en sus radios
preferidas. Fue así que llegamos a escuchar la serie “Un paisano
me contó”, que hablaba de temas como la guerra, el machismo y la
pobreza. Se podría pensar que material así no sea adecuado para
niños o adolescentes y en cambio no, esa serie nos regaló muchas
ideas y más que respuestas lo que recibimos fueron preguntas, que
nos han acompañado por toda la vida.
Mi hermana me sorprendió ayer con un hallazgo que ha resucitado en mí memorias que imaginaba perdidas. Me mandó a través de Facebook un enlace para escuchar el podcast de un capítulo de la serie en el que se habla de armamentismo. En modo muy teatral un vendedor internacional convence a un presidente de la necesidad de comprar armas para defenderse de un enemigo inventado. El resultado es un país reducido a cenizas y unos comerciantes de armas que se enriquecen. Al final hay una pequeña reseña histórica sobre algunas guerras en Latinoamérica que produjeron la ruina de todos los países involucrados por una parte, mientras que por otra fueron una gran ocasión de negocios para los países que venden armas. Una situación que nunca ha pasado de moda y que habría que estudiar mejor cada vez que alguien quiere mandar jóvenes a morir por una idea de patria que enriquece a pocos grupos de poder.
La imagen que tengo grabada en la
memoria es la de mi mamá que nos ponía un cassette por la tarde,
cuando volvíamos de la escuela, para que escucháramos lo que había
grabado en la mañana. «Tienen que oír esto» decía, mientras nos
llamaba y presionaba el botón “play” de su amada grabadora.
Llegamos a tener una colección bastante numerosa de cassettes
preparados por mamá que contenía de todo un poco, música,
canciones infantiles, cuentos, episodios de radionovela, etc. Era
algo muy mágico, una ñaña y dos ñaños sentados al lado de una
grabadora para escuchar las historias que su madre había encontrado
para ellos. Como un águila que nutre el alma de sus aguiluchos con
cuentos e historias sin final absoluto, con interrogativos. En un
mundo que siempre cambia, las respuestas se esfuman y sólo las
preguntas duran. Volar es como hacerse preguntas, si aprendes bien
nunca te quedarás a vivir en un solo lugar.
Si alguien estuviera interesado en
escuchar esta serie y otros materiales muy interesantes, les sugiero
escuchar radioteca.net, un sitio web que será un tesoro para los
curiosos. Quien lo desea puede también escuchar o bajarse el capítulo sobre
el armamentismo o, si la curiosidad se desata, puede escuchar la serie completa.