06 diciembre, 2016

Fiestas de Quito

Un pensamiento de hace dos años, que ahí mismito sigue, inmutado.

Yo a Quito sí la festejo, todos los años aunque esté lejos. La llamo Quito, porque así se llama hoy. No la llamo española, porque ese es un trauma que sufrió de joven cuando fue agredida y que aún debe superar. Sé que la fecha no es la más indicada pero por ahora no hay otra, así que hasta que no la cambien, me la tengo.

Quito, aunque esté llena de contradicciones, llena de pendejadas, de injusticias y de tales, tiene también su nota, su arte, su ñeque y su rebeldía. Las virtudes de Quito no son oficiales, por eso nada de toros o reinitas, las virtudes de Quito son oficiosas, usted sabe por qué y allá donde usted sabe.

El hecho es que siempre hay un motivo para amarla, y esos motivos no están escritos en las pancartas ni en los discursos oficiales del pseudo chapetón de turno, están en las señoras con el canasto, en l@s guambras y en l@s guaguas, en los mercados, en su rock, en su rockola, en sus movimientos, no telúricos, sino sociales y culturales.

Amo Quito, tierra de long@s alzad@s.

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